Invitados de honor

sábado, 2 de junio de 2012

Historia de Dos Ciudades, de Charles Dickens

El último libro del mes de mayo es este que podemos ver en la imagen, de la colección Biblioteca de Obras Famosas, de Ediciones Alonso, editado en 1969 si bien "Historia de dos ciudades" data de 1859, y con prólogo de Luis Hernández. Debo mencionar también la estupenda traducción, que me ha encantado. Lo compré de segunda o quién sabe cuántas manos en un mercadillo por 0'25€. Tiene unas tapas duras y rasposas que dan un no sé qué al cogerlo, acostumbrados como estamos al cartoncillo satinado.

Algo saturada tras mil doscientas páginas de prólogos y artículos críticos sobre literatura de finales del siglo XIX y principios del XX, y sobre todo un poquito hastiada ya de referencias a la novela policiaca y la literatura gauchesca, literaturas que no me seducen demasiado, decidí emprender la lectura de alguno de los muchos títulos que anoté en mi wishlist tras leer esta gran Miscelánea de Jorge Luis Borges en la que no todo se reduce a comentarios sobre el Martín Fierro y retruécanos policiales. Después de unos minutos de mirar mis libros disponibles y pendientes de lectura, sopesando mis apetencias así como la conveniencia de tal o cual obra para que haya un progreso en mi afán literario, resolví sumergirme en "Historia de dos ciudades" de Charles Dickens. Dos factores que tuve en cuenta fueron las continuas alusiones de Jorge Luis Borges, y el hecho de que en la última novela de Murakami el nombre de Charles Dickens haga acto de aparición en varias ocasiones.

Llamadme cateta inculta pero jamás pensé que una obra de Charles Dickens iba a gustarme tanto. Oliver Twist y Cuento de Navidad están tan manidos, tan llevados y traídos que ya no me dicen nada. A veces una se llena de prejuicios por culpa de estas cosas, así que la moraleja es: dejaos de prejuicios y hacedle un hueco a este escritor en vuestra biblioteca personal porque tengo que decir que esta es ¿me atreveré? la mejor novela que he leído en mi vida!

Para empezar su construcción es de una perfección abrumadora, no hay personaje superfluo, no hay acción por trivial que parezca que no tenga su entendimiento a posteriori. El argumento puede parecer sensiblero en ocasiones pero por momentos la novela se torna terrorífica: el trasfondo de la revolución francesa lo explica. El realismo con que Dickens describe los sucesos que sobrevinieron en Julio de 1789 con la toma de la Bastilla y la elevación a categoría de Reina de Francia a la Guillotina, la forma en que describe la ruindad de las bestias de gorros colorados, ebrios de sangre y transformados en verdugos legitimados por su condición de oprimidos, envilecidos por los Demonios del Hambre y la Miseria, acongoja casi tres siglos después. Igualdad, Fraternidad, Libertad, o Muerte. Es una historia de locura y muerte donde los torturados se convierten en torturadores, pero esta es también la historia de Charles Darnay, Alexander Manette y su hija Lucía, y de las vicisitudes de que son víctimas en Francia e Inglaterra, y de otros personajes en principio secundarios, pero como se verá tan importantes, aunque ninguno me ha agradadado tanto como Carton, el malaventurado, infausto, deplorable Carton. El perdonado Carton. Esta es la historia de su redención.


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