Invitados de honor

jueves, 9 de octubre de 2008

el reclamo de la libertad en detrimento del respeto

Ayer vi en las noticias que dos o tres mujeres habían sido multadas por un policía, en base a la ley antibotellón, por encontrarse hablando en la calle a las 3 de la madrugada, perturbando la paz de la noche y siendo sancionadas con 400 euros.
Estas personas se quejaban de que la calle es de todos, que a ver si no van a poder hablar en la calle cuando les plazca.
Bien, me gustaría saber que dirían si se les presentara el caso de estar tranquilamente durmiendo en sus casas y un grupo de jóvenes se apostara bajo su ventana para conversar a voces y reirse a carcajadas. Serían entonces de la misma opinión? Sonreirían complacidas ante la libertad de los jóvenes a armar alboroto a altas horas de la madrugada, sin importarles, en pro de la libertad, no poder dormir?
Ah, pero no es lo mismo jugar felizmente al fútbol en la calle usando un muro de portería, que estar dentro de la casa recibiendo balonazos bajo la ventana. Pero eso estas mujeres, por lo visto, no lo entienden.
Mas valdría que aceptaran la multa, no tanto por el dinero que supone, sino como una lección de civismo que deben aprender. Porque mañana a las 3 de la madrugada, en la puerta de sus casas, puede haber otras mujeres conversando, y quizá ellas tengas que levantarse a las seis para ir a trabajar.

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