Invitados de honor

miércoles, 20 de junio de 2012

"Las Olas", de Virginia Woolf

Redacto esta entrada por fin, tras muchos días llenos de vicisitudes médicas, festivas, familiares y técnicas de diversa índole. Con todo esto no he podido leer todo lo que yo querría pero bueno, tras volver a casa y en los ratos en que el dolor de muelas no arreciaba he terminado la lectura de Las Olas, de Virginia Woolf.
He de decir que nunca antes había tenido la ocasión de leer nada de esta autora que desde hace tiempo me atraía, y sólo esperaba el momento de poder hacerlo, momento que se presentó cuando compré un par de sus libros, en una de estas ediciones de coleccionables -Escritoras Famosas-, por un euro cada uno en el mercadillo de Fuengirola.
La satisfación ha sido total, me ha gustado muchísimo, me bebía sus palabras y no pienso en otra cosa que en hacerme con toda su obra ya.
Las Olas no es una novela al uso, no tiene un claro comienzo, nudo y desenlace, sino que se desarrolla mediante las reflexiones de seis personas durante varias etapas de sus vidas delimitadas metafóricamente por las etapas del sol sobre el mar: el amanecer, el mediodía, el atardecer y la llegada de la noche. Además de este novedoso manejo del tiempo y de los personajes, el estilo de escritura también es sorprendente, pues puede decirse que toda la novela tiene más de poesía que de relato, un poema en prosa que la autora utiliza para sumergirnos en las psiques de tres mujeres y tres hombres, y mostrarnos sus sentimientos sobre sí mismos y sobre los demás, o por comparación con los demás, ya que todos nos miramos en los espejos de otras personas para comprobar cómo somos nosotros mismos, para autodefinirnos.
"Es Percival -dijo Louis- sentado, silencioso, tal como se sentaba en los cosquilleantes céspedes cuando la brisa dividía las nubes y las volvía a unir, quien nos hace caer en la cuenta de que estos intentos de decir "yo soy esto, yo soy aquéllo", que todos hacemos ahora al reunirnos, al acudir aquí como partes separadas de un solo cuerpo y una sola alma, son falsos. Algo callamos, por miedo. Algo alteramos por vanidad. Nos hemos esforzado en acentuar las diferencias. Este deseo de ser individuos separados nos ha inducido a resaltar nuestros defectos y cuanto de particular tenemos. Pero hay una cadena que gira y gira a nuestro alrededor, con un círculo azul-acero debajo."
Como digo, Las Olas está llena de poesía, una poesía colorista, sugerente, de naturaleza exhuberante, de jardines exóticos, de habitaciones luminosas, de mares relucientes. El contrapunto oscuro, complicado, lo ponen las almas, las mentes de Bernard, Neville, Louis, Rhoda, Susan y Jinny, atormentadas por dudas, miedos, complejos, por las vicisitudes de la vida. Y además girando en torno a un personaje central: Percival, como nexo de unión.
Para captar mejor la sustancia me gustaría remarcar el hecho de que Neville lea a Catulo, ya que esto, además de retratarnos al personaje también nos dice mucho sobre la autora y su obra. Copio de una enciclopedia:
"La obra lírica de Catulo es una muestra de la vida cotidiana de la oligarquía romana vista desde dentro. Formaba en las filas de los llamados "poetas nuevos" educados en Grecia por tutores griegos. Se trataba de un grupo de jóvenes acomodados que pretendía renovar la literatura lírica latina. Aportaban no sólo un métrica novedosa, sino también una sensibilidad distinta, muy ligada a la opulencia en la que habían nacido y al ocio que practicaban. (...) Catulo no es sólo el portavoz del hedonismo; sus poemas, en buena parte, son cuadros de costumbres, retratos de caracteres que muestran los deleites de la sociedad opulenta y también sus lacras."
Percatémonos de los paralelismos con la sociedad inglesa de finales del siglo XIX, la educación que recibían, el ocio del que disfrutaban y el modernismo literario del que Virginia Woolf es un exponente.
Con respecto a los marcados caracteres de los personajes sobre los que leemos, me pregunto si todos no serán diferentes alter egos o las distintas partes diseccionadas de la psique de la autora. Es una reflexión que me ronda la cabeza.. Particularmente he disfrutado con las vistas a los pensamientos de Jinny y Rhoda. Jinny es una mariposa, revolotea, sólo tiene ojos para la belleza, quiere balancearse como un barquito de papel en el océano en salones de baile, busca el éxtasis, se embriaga. Rhoda es etérea, tormentosa, el mundo le es hostil, los rostros humanos repugnantes, "navego en aguas revueltas y me hundiré sin que nadie pueda salvarme", dice. Rhoda me maravilla, pero no quiero desvelar más, os dejo a vosotros que descubráis las sustancias de Bernard, de Louis, de Susan. Quizá a través de vuestros ojos no veais las mismas cosas que yo a través de los míos, pero sí espero que este libro os provoque la misma fascinación que a mí.


lunes, 4 de junio de 2012

Miscelánea, de Jorge Luis Borges


Elegí comprar este libro por dos razones principalmente. La primera es su tamaño, más horas de lectura por el mismo precio! Y la segunda es por su contenido, pues los artículos, prólogos, notas y demás resultan siempre una buena fuente de información crítica que te da claves sobre lo comentado y sobre el escritor que lo ha redactado. Para mí este tipo de recopilatorios de material de análisis y opinión son un baúl de sabiduría, una caja de conocimientos sobre cultura literaria, histórica, política, etc. Quizá no siempre esté de acuerdo con la opinión vertida por Jorge Luis Borges en este caso, y a veces también me ha resultado repetitiva su fijación con el género policial y el gauchesco, pero cada uno de sus textos me ha servido, no he descartado ni una sóla palabra, y he seguido con atención sus elogios y sus diatribas.
Mi ejemplar de Miscelánea está felizmente poblado por marcapáginas, y he llenado hojas en mi cuaderno de apuntes. Abundante en las referencias, he listado copiosos títulos y autores para buscar en mis sucesivas visitas a la librería o a la biblioteca. Verbigracia, en medio de su lectura localicé un relato de Adolfo Bioy Casares (gran amigo del autor que hoy me ocupa), titulado La Invención de Morel, que me procuró una hora de amena lectura y agradable sorpresa. No puedo decir más que me encantó! Francamente recomendable para todo el mundo.
En cuanto a la Miscelánea, es recomendable a quienes, más allá de leer best-sellers y novelas contemporáneas, estén interesados en ampliar sus conocimientos sobre la literatura de finales del siglo XIX y principios del XX. Encontrarán muchas referencias a autores de la talla de Chesterton, Swift, Rudyard Kipling, Joyce, De Quincey, Stevenson, Faulkner, Kafka y otros tantos, por no mencionar que conocerá a los autores argentinos y sus obras más reconocidas de mano de Jorge Luis Borges, uno de los mayores escritores de habla hispana.

sábado, 2 de junio de 2012

Historia de Dos Ciudades, de Charles Dickens

El último libro del mes de mayo es este que podemos ver en la imagen, de la colección Biblioteca de Obras Famosas, de Ediciones Alonso, editado en 1969 si bien "Historia de dos ciudades" data de 1859, y con prólogo de Luis Hernández. Debo mencionar también la estupenda traducción, que me ha encantado. Lo compré de segunda o quién sabe cuántas manos en un mercadillo por 0'25€. Tiene unas tapas duras y rasposas que dan un no sé qué al cogerlo, acostumbrados como estamos al cartoncillo satinado.

Algo saturada tras mil doscientas páginas de prólogos y artículos críticos sobre literatura de finales del siglo XIX y principios del XX, y sobre todo un poquito hastiada ya de referencias a la novela policiaca y la literatura gauchesca, literaturas que no me seducen demasiado, decidí emprender la lectura de alguno de los muchos títulos que anoté en mi wishlist tras leer esta gran Miscelánea de Jorge Luis Borges en la que no todo se reduce a comentarios sobre el Martín Fierro y retruécanos policiales. Después de unos minutos de mirar mis libros disponibles y pendientes de lectura, sopesando mis apetencias así como la conveniencia de tal o cual obra para que haya un progreso en mi afán literario, resolví sumergirme en "Historia de dos ciudades" de Charles Dickens. Dos factores que tuve en cuenta fueron las continuas alusiones de Jorge Luis Borges, y el hecho de que en la última novela de Murakami el nombre de Charles Dickens haga acto de aparición en varias ocasiones.

Llamadme cateta inculta pero jamás pensé que una obra de Charles Dickens iba a gustarme tanto. Oliver Twist y Cuento de Navidad están tan manidos, tan llevados y traídos que ya no me dicen nada. A veces una se llena de prejuicios por culpa de estas cosas, así que la moraleja es: dejaos de prejuicios y hacedle un hueco a este escritor en vuestra biblioteca personal porque tengo que decir que esta es ¿me atreveré? la mejor novela que he leído en mi vida!

Para empezar su construcción es de una perfección abrumadora, no hay personaje superfluo, no hay acción por trivial que parezca que no tenga su entendimiento a posteriori. El argumento puede parecer sensiblero en ocasiones pero por momentos la novela se torna terrorífica: el trasfondo de la revolución francesa lo explica. El realismo con que Dickens describe los sucesos que sobrevinieron en Julio de 1789 con la toma de la Bastilla y la elevación a categoría de Reina de Francia a la Guillotina, la forma en que describe la ruindad de las bestias de gorros colorados, ebrios de sangre y transformados en verdugos legitimados por su condición de oprimidos, envilecidos por los Demonios del Hambre y la Miseria, acongoja casi tres siglos después. Igualdad, Fraternidad, Libertad, o Muerte. Es una historia de locura y muerte donde los torturados se convierten en torturadores, pero esta es también la historia de Charles Darnay, Alexander Manette y su hija Lucía, y de las vicisitudes de que son víctimas en Francia e Inglaterra, y de otros personajes en principio secundarios, pero como se verá tan importantes, aunque ninguno me ha agradadado tanto como Carton, el malaventurado, infausto, deplorable Carton. El perdonado Carton. Esta es la historia de su redención.