Invitados de honor

lunes, 16 de marzo de 2009

Decía el escritor y periodista Gonzalo Figueroa, en uno de sus artículos en el diario de Cádiz, que las marchas exhibicionistas por el orgullo gay (copio textualmente) le producen repelencia y una dosis importante de vergüenza ajena. Que para una mayoría de heterosexuales, las manifestaciones de esa calaña perjudican la imagen del activista serio por lo que tienen de ostentosas, arrogantes y groseras. Y agrega que si se reemplaza la seriedad elegante por la vulgaridad, arriesgan que ésta les devuelva al gueto.
Sin embargo, en el carnaval, miles de heterosexuales se zambullen en la vulgaridad y la grosería, sin peligro de que nadie les devuelva a ningún gueto. O acaso no se disfrazan multitud de hombres de mujer, se ponen tetas postizas, ligueros, medias y maquillaje, y se levantan las faldas para enseñar las bragas? Y las mujeres? Se congratulan en exhibirse prácticamente desnudas, del mismo modo que los gays en sus cabalgatas, meneando éstas sus traseros y senos, por decirlo finamente, hasta más no poder.
Por qué tienen que avergonzarse unos y no otros? Porque unos son homosexuales y los otros “normales”, claro.

En otro artículo se hace eco de que un semanario arzobispal mexicano sostuvo en uno de sus números que “las mujeres con fuertes convicciones religiosas… están más satisfechas sexualmente que las ateas que además tienden a la promiscuidad y acaban practicando la infidelidad”.
En mi opinión están más satisfechas porque no conocen otra cosa! Por no mencionar que dudo mucho de la sinceridad de sus declaraciones, que seguramente serían ante un hombre y siempre teniendo en cuenta que las mujeres muy religiosas no hablarán tranquilamente de estas cosas, cuanto menos alegremente y sin tapujos.
La promiscuidad puede deberse implemente a que no te veas obligada a permanecer atada de por vida a un hombre que puede fácilmente ser un gañan misógino e insensible, como les ha pasado a muchas con fuertes convicciones religiosas. Dejar al impresentable por otro ya es considerado promiscuidad por la iglesia.
En cuanto a que las ateas acaban practicando la infidelidad... no tengo datos estadísticos, pero dudo bastante de que eso sea verdad pero teniendo en cuenta que para la iglesia todas las ateas somos poco menos que unas adoradoras del demonio y sus prácticas...
Y de los hombres no tiene el arzobispado nada que decir, verdad? Qué cosas.

Y simultáneamente Gonzalo Figueroa se entera de que una joven y brillantísima astrónoma norteamericana, destinada en Chile y sin ninguna experiencia en el sexo decidió practicar con el modestísimo limpiador del local (no sé a qué viene tanto entusiasmo por la calidad de las respectivas profesiones o niveles sociales). Sus altos ingresos le permitieron comprar los servicios del humilde chilenito llevándoselo consigo a USA. Con ello -dice el señor Figueroa- rompió la convivencia matrimonial del trabajador, que dejó mujer y dos hijos.
Ay, si, pobre chilenito trabajador, la culpa sin duda fue de la malvada norteamericana de alto poder adquisitivo. En ningún caso el hombre se vendió y dejó atrás familia por gusto. De hecho la astrónoma le puso una pistola en la cabeza para practicar el sexo. Maldita bruja rompe-matrimonios…

Anda que no se le nota por dónde cojea al señor Figueroa

6 comentarios:

Soy ficción dijo...

Ufff! Espera q deje de hervirme la sangre! Creo q lo peor de estas cosas es q personajes como este tipo publican porque hay gente a la q le interesa e incluso comparten estas opiniones... Afortunadamente cada vez son menos.

Un consejo, pasa la página corriendo, ni te pares a echarle un vistazo, no merece la pena.

Espérame en Siberia dijo...

Todo es cuestión de educación. Si tienes los suficientes valores y educación, sabes de tolerancia. Pero, como siempre he pensado, los de la Iglesia y mucha gente como ese pseudo periodista, de educación no tienen nada.

Un abrazo.

Nachikemo Yoite dijo...

Ahí su tolerancia...Hay que ver, y lo peor es que hay más gente como él. Creo que la gente que no es capaz d ser tolerante, que para mí se convierte en lo mínimo que hay que hacer para tener algo de respeto, no son más que necios.
Pero igual hay que tolerarlos, y aunque las quejas sean con justificacio´n, lo mejor es pasar de estos tipos.

Javier Fornell dijo...

Bueno, bueno, que se están mezclando churros con porras. Este señor (Gonzalo Figuero) no representa a los millones de cristianos que pululamos por España. Se dedica a la provocación y, a veces, parece que lo consigue.

Yo soy cristiano, y suscribo muchas de las palabras dichas por Versus -entre ellas las del carnaval, aunque en mi caso iba monisimo de "bruja lola"- Pero, no debemos obviar que en este país para muchos el día del orgullo gay es un día de perversión donde lo anormal se convierte en normal.

Voy a ser muy grafico con lo que voy a decir, y que nadie me malinterprete: no es lo mismo un mariquita que una maricona loca. En Cádiz, toda la vida se ha aceptado al primero, como una persona normal, que lleva una vida normal pero que prefiere vivir y compartir su vida con gente de su mismo sexo.

La maricona loca, por el contrario, solo busca provocar. Realmente le da igual lo demás y no sabe comportarse allí donde está. Actuando más como un "payaso" que como una persona. A esta se le respeta menos y hace más daño a los homosexuales que cualquier palabra dicho por un retorcido como Figueroa.

Desgraciadamente, para muchos, el día del orgullo gay se ha convertido en una exaltación de la "maricona loca" y no de la persona.

Y a "Siberiano". No todos en la Iglesia piensan así. Sólo unos pocos, pero hacen mucho ruido porque es la única forma de sentirse importante que tienen. Otros muchos trabajan mucho y son mucho más tolerantes. Pero de esos es mejor no hablar. Habría que hablar bien de la Iglesia y eso no está de moda.

ufff... que largo

Versus Die dijo...

por eso cuando escribo lo hago sobre "la iglesia" como una entidad algo abstracta, porque es cierto que hay mucha gente cristiana que no comulga con esa forma de ver las cosas. Cuántas madres cristianas no habrá en España que tengan un hijo gay, al que han aceptado de la mejor manera, pensando en su felicidad y cambiando el propio modo de pensar.

Aparte de esto, lo que yo digo es que aunque en el día del orgullo gay salga también mucha "maricona loca", aún así, por qué criticarlo cuando los heterosexuales también lo hacen y a nadie le "repugna".

Por otra parte, Cathan, tengo el gusto de presentarte a Espérame en Siberia, que en todo caso será "Siberiana" xD

Javier Fornell dijo...

Bueno, Siberiana o siberiano. Es una época de igualdad. Yo soy oficialmente la presidentA de la delegación en Cádiz de la ONGD a la que pertenezco. Todo sea una letra.

Y lo dicho, no es una institución la que critica. Son gente ignorante y de esos los hay en todos lados. ¿Nunca habéis escuchado eso de "quedarse para vestir santos"? La Iglesia acogió a los homosexuales como gente normal antes de que apareciera la palabreja de marras. Lo único que piden, como a cualquier hetero, es que viva ordenadamente, dentro de los preceptos que marca, claro. Para eso es el Director de Juego y marca las reglas de la partida.

Y un saludo, Siberiana ;)